A veces, planificar una sesión de estudio por tí mism@ sin la guía de un tutor puede ser prácticamente misión imposible. No temas, en esa situación nos hemos encontrado tod@s, no es nada extraño.
En este post vamos a darte algunas ideas para que puedas guiarte y planificarte poco a poco los contenidos para tu estudio del japonés, aunque de hecho, ¡lo podrías aplicar prácticamente a todo!
Primero de todo y aunque suene a cliché… el espacio
Digamos que sí, es un tópico pero también es una verdad como un templo. Veréis, para trabajar en nuestra sesión de estudio (y en concreto estudiando japonés :P), necesitamos un espacio amplio, iluminado (a poder ser con luz natural), tranquilo y ordenado. Aunque tod@s tenemos nuestras preferencias, generalmente un escritorio grande, limpio, ordenado y surtido con todo lo que necesitamos es un buen punto de partida. Si vives en un piso pequeño o tienes una habitación muy pequeña y caótica, te aconsejamos que busques un espacio de co-working (si puedes permitírtelo) o algo totalmente gratuito y que puedes encontrar prácticamente en cualquier ciudad: la biblioteca.
También hay personas que por el contrario prefieren lugares moderadamente transitados y ruidosos, como por ejemplo, las cafeterías. Dependerá de tus gustos personales pero asegúrate de que estás en un lugar en el que te puedas concentrar y que no estarás revisando tus mensajes o emails o redes sociales en general.
Os dejamos algunas recomendaciones de Amazon (contenido promocionado por Afiliados) sobre escritorios y sillas cómodas, si es que tenéis pensado en algun momento mejorar vuestro mobiliario de oficina.
Papel o… ¿Digital?, el planificador
Pues suena a profesor del siglo pasado pero sí, un autodidacta que se precie necesita un planificador. Puede ser en papel (os dejaremos de nuevo algunas recomendaciones que podéis encontrar en Amazon), donde por día podéis reservar la cantidad de trabajo, contenido, etc que deseéis planificar. ¡Ojo! no recomendamos que uséis vuestro planificador de estudio para cuestiones personales, os puede dar una sensación de caos y de estrés que, sobretodo al principio, no os conviene. A nosotros nos gusta bastante los planificadores con una página por día, sin ninguna guía en concreto por que así podemos distribuir el espacio del papel como mejor nos guste.
Si optáis por la versión digital, hay infinidad de apps en Google Play o Apple Store donde encontraréis todo tipo de agendas, planificadores, etc completos, interesantes y gratis. Algunas aplicaciones son de pago, pero si de verdad os interesa el proyecto siempre será interesante que invirtáis unos euros más en ello.
Si queréis empezar por lo más básico, la misma aplicación de calendario que podéis encontrar en vuestros móviles funciona maravillosamente. ¡Todo es probar!
Eso sí, mantenedlo limpio, claro y entendible, un planificador es el reflejo de vuestro trabajo diario, queréis que sea lo más fácilmente posible de manejar.
Como estructurar mi sesión de estudio
Tenemos el espacio, tenemos el planificador para estructurar tu sesión… Pero antes que entremos en materia, deberías tener ordenaditos (hacer una lista de ello en tu planificador) de los materiales de estudio. Tenemos un interesante post sobre ello en el blog, te dejamos el enlace aquí. Allí encontraréis un listado de materiales que recomendamos para que empecéis vuestra aventura como autodidactas, recordad que, ofrecemos cursos de japonés online tanto para grupos como privadas, también os dejamos el enlace aquí.
Bien, pongamos que queréis estudiar un poquito de todo por sesión, no os preocupéis, contemplaremos otras opciones también. Recomendamos que destinéis alrededor de una hora y media como sesión estándar de estudio. Debemos dividir está hora y media en las diferentes áreas del idioma. Vamos a suponer que somos principiantes, os recomendamos que dediquéis alrededor de treinta minutos a la práctica de la caligrafía (tanto de hiragana como de katakana), si necesitáis más tiempo para ello, deberéis reducir en otras áreas.
Al principio es muy interesante que dediquéis mucho tiempo al vocabulario, esas primeras palabras que aprenderéis del idioma, que són básicas y que apareceran sin parar cuando aprendáis a hacer frases o a expresaros. Os dejamos otro recurso que también encontraréis en la web aquí: un post con una ficha de vocabulario básico totalmente gratuito para que podáis poneros manos a la obra. Vamos a poner otra media hora para la práctica de vocabulario, ¿de acuerdo?
Bien, ya tenemos un poco de caligrafía y de vocabulario, lo ideal ahora sería que encontraráis la manera que os funcione mejor para usar este vocabulario de una manera que lo podáis asumir cuanto antes mejor. ¿Qué tal si escribís todas las palabras que habéis aprendido en romaji (alfabeto latino) en hiragana y en katakana? ¡esto os podría llevar otra media hora fácilmente!
¡Vaya! ¡Hemos llegado a la hora y media! Y diréis “pero si no he hecho prácticamente nada… voy a alargar un poco más…”, si lo tienes planificado así, adelante, si no, te recomendamos que no alargues innecesariamente y te contamos porqué…
Las pausas son muy importantes…
Se dice que por cada 45 minutos de estudio debes añadir de entre 10 a 15 minutos de descanso, y esto es especialmente importante si trabajas con el formato digital: es decir, pantallas. Piensa que no es natural para nosotros estar horas y horas en frente de una pantalla o libro inactivos físicamente, nuestra visión sufre y nuestro cuerpo en general también.
Aprovecha estos minutos de pausa para ir al baño, hidratarte, salir a pasear o hacer cualquier otra actividad que no te desconecte demasiado de la dinámica de estudio. Y a ser posible, el móvil lejos. Lo ideal sería que hagas físicas: tareas de casa, quizá un poco de ejercicio… O simplemente salir al balcón o mirar a la ventana mientras disfrutas de la brisa fresca de la calle.
La falta de descanso en una rutina de estudio afecta directamente al rendimiento y por ende al resultado de todos tus esfuerzos. Piénsalo: es mejor cuatro días a la semana estudiando una hora y media que uno estudiando seis.
En conclusión…
Primero el espacio, la planificación del tiempo, los contenidos y las pausas. Naturalmente para progresar en un cualquier rutina necesitaras dos elementos que ya debes tenerlos de saque y estos son la motivación y la constancia. Sin estos, por muchas recetas mágicas que te caigan sobre tus manos, no vas a poder avanzar.
Aprender un idioma nuevo es una aventura pero también un reto y hay que tratarlo como tal, no te desanimes, confía en ti mism@ y por poco que consigas ¡valóralo! Estar orgullos@ de tus propios logros es totalmente necesario para mantener esa super motivación que sabemos que tienes. Y si necesitas tutores guía, ¡aquí estamos!
¡Suerte!